Se trata de un ecosistema que varía mucho según los países, pero que en todos los casos está sujeto a un cierto número de elementos que hacen compleja una competencia genuina o abierta: la venta de productos farmacéuticos bajo receta. La necesidad de comprobar fehacientemente que el paciente que solicita un medicamento determinado lo hace porque ha obtenido la prescripción correspondiente de un médico, así como otros elementos relacionados con las condiciones bajo las que ese medicamento se adquiere (total o parcialmente subvencionado, por organismos públicos o privados, etc.) o con otras cuestiones hacen que hablemos de un tejido empresarial que puede variar enormemente desde las grandes cadenas de drugstores norteamericanas que venden de todo, hasta las farmacias tradicionales en muchos países europeos, propiedad de un farmacéutico titulado, con sus márgenes regulados, y que hasta hace algunos años, vendían casi exclusivamente productos farmacéuticos o relacionados.
Sigue leyendo «Las farmacias y la disrupción que viene»